Monstruosamente Educativo

¿Por qué este post? Pues la verdad que mucha de la culpa la tiene @mariajesuspsi. Sí, es culpa suya, porque a menudo habla en su blog y redes sociales sobre la gestión emocional en los niños y la presión a la que se ven sometidos en muchos momentos nuestros alumnos. Algo dentro de mí se remueve cuando la leo y me hace replantearme si yo también he podido ayudar en algún momento a que esta situación se siga dando.

Y claro, cuando hace unas semanas volví a ver la película de Monstruos S.A. ya estaba predispuesto a fijarme en detalles que a primera vista quizá me hubieran pasado inadvertidos.

La película de Monstruos S.A. (Título Original: Monsters, Inc.) se centra en el argumento del mundo de los monstruos. Un mundo que se nutre de la energía que absorben de los gritos de los niños humanos. Esto puede parecernos una película de ciencia ficción y poco más, pero y si analizamos un poco más…

……Analizando

¿Extraemos energía de los gritos? ¿Utilizamos el miedo como motivación?

No hace falta que penséis mucho para que a vuestra cabeza venga la imagen de algún compañero de claustro que se pasa casi más tiempo gritando a los alumnos que horas tiene su jornada laboral. Lo peor es, que en muchas ocasiones, estos profesores se escudan en los resultados de los alumnos (que no suelen ser malos) para decir que ellos están haciendo un buen trabajo. Bien, en Monstruos S.A. pasa algo parecido, los gritos consiguen la energía necesaria, de eso no hay duda, pero sin embargo conforme los niños van creciendo van perdiendo el miedo y sus puertas se tienen que descartar. El miedo, llegado el momento, ya no funciona con ellos nunca más. Creo que no hace falta explicar el símil con la realidad.

Monstruosamente Educativo

¿Y si hacemos reír a nuestros alumnos? ¿Disfrutan cuando están en nuestras clases?

La motivación de nuestros alumnos también se despierta con el afecto, con la sorpresa y con la diversión.  Y al revés que con el miedo, estos resortes nos sirven durante toda la vida. El miedo que puede provocar un profesor es una motivación extrínseca, y todo el esfuerzo que hagan nuestros alumnos no lo harán por si mismos. Sin embargo, si les enseñamos a encontrar esa motivación interna por aprender a través de la risa y el cariño, ellos se encargarán por si mismos de crecer y aprender el resto de su vida.

¿Y tú? ¿Qué energía quieres transmitir a tus alumnos?

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